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“El Liceo de las mudanzas. Así lo recuerdo…”, graficó Nora Sémplici, exdirectora del Liceo Víctor Mercante (2006-2014), al tomar la palabra el pasado 25 de agosto, durante la inauguración del patio interno, obra que pone fin al plan de restauración de la Universidad Nacional de La Plata en el edificio fundacional, casa histórica del colegio.
“El ‘viejo Liceo’, el ‘nuevo’, el ‘renovado’, el ‘Gigante amarillo’…”. Con esas imágenes, la profesora encabezó un rico -y por momentos muy emotivo- repaso por la compleja historia del edificio ubicado en diagonal 77 entre 4 y 5. Su discurso recorrió desde la etapa del “Liceo de Señoritas” hasta la elección democrática de directores y la vida política actual del colegio, pasando por la mudanza forzosa decidida en la última dictadura, los 25 años de funcionamiento en dependencias del Rectorado de la UNLP, las gestiones para que el edificio fuera cedido a la UNLP y declarado patrimonio histórico de la ciudad, y las condiciones de deterioro e incluso “insalubres” en las que se encontraban determinados sectores del inmueble antes de que comenzara el proceso de recuperación.
La profesora remarcó el esfuerzo de distintos actores involucrados en para que el Liceo pudiera volver a su sede histórica y recuperarse desde el punto edilicio. “Estas cosas se hacen con trabajo colectivo”, insistió. También recordó, con anécdotas, cómo fue, al volver a la casa histórica, ir amoldándose al viejo-nuevo espacio e ir compatibilizando el movimiento que implica la tarea educativa cotidiana, con el cuidado de un edificio declarado patrimonio histórico. Con orgullo y alegría por la inauguración del patio, señaló: “Ese gigante amarillo que iban a demoler está vivo”.
Un poco de historia
Con la inauguración del patio interno del LVM concluye el plan de obras emprendido por la UNLP para terminar de restaurar al emblemático inmueble fundacional y concretar de ese modo el sueño de toda una comunidad educativa. El edificio, ubicado en la manzana irregular comprendida por la diagonal 77 y las calles 46, 4, 5 y 47 de La Plata, formó parte del primer plan de edificios escolares elaborado después de la fundación de la ciudad. Diseñado por el arquitecto Carlos Altgelt, se construyó en 1886 y a lo largo de casi 130 años tuvo distintos usos y habitantes.
A partir de 1931 albergó al Liceo de Señoritas, fundado por Víctor Mercante en 1907. Durante la última dictadura existió la orden de demolerlo, y el colegio debió trasladarse a otras dependencias de la UNLP, donde permanecería 25 años. Mientras tanto, se fue forjando un proceso de lucha para recuperar la antigua sede del Liceo, sobreviviente de aquel intento de demolición, testigo de sucesivas mudanzas y de abrazos simbólicos de toda una comunidad educativa, y muy deteriorado.
El esfuerzo compartido por la UNLP, por distintos actores del Estado provincial y municipal y por docentes, no docentes, estudiantes, ex alumnos y la asociación cooperadora del Liceo, es parte fundamental de esta historia: de la cesión del edificio desde la provincia de Buenos Aires -poseedora del inmueble- a la UNLP; de su reconocimiento como patrimonio histórico; y de la concreción de las distintas etapas de su recuperación que el patio interno ahora completa.
El proyecto para poner en valor al Liceo fue elaborado, a pedido de la Dirección de Obras y Mantenimiento de la UNLP, por los arquitectos Ana Ottavianelli, Fernando Gandolfi y Eduardo Gentile. Las tareas, realizadas en distintas etapas en una superficie de 3.700 metros cuadrados en tres niveles, incluyeron construcción o reconstrucción de mampostería, pisos, techos, cielorraso, fachada, sanitarios, aulas, buffet, dependencias administrativas y laboratorios, impermeabilización de la cubierta total y consolidación estructural del edificio, recuperación del muro perimetral de las calles 5, 47 y 46 y colocación de rejas y portón sobre el acceso principal, entre otras cosas.
En cuanto al patio interno, las tareas que se realizaron, en unos 230 m2, implicaron la demolición de pisos y contrapisos existentes, la limpieza general de la superficie, la renovación de cañerías pluviales en piso hasta cámaras existentes, la colocación de tapas nuevas, la reconstrucción de contra pisos, relleno del patio y colocación de pisos, así como la reparación general de revoques, pintura, escaleras, instalación eléctrica y construcción de rampa de acceso, entre otros trabajos.
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