Como parte de la propuesta del taller optativo “Cocina y Antropología”, el jueves 16 de junio visitó el Liceo Maria Ochoa, o Illa Ñan su nombre en lengua quechua. Durante su visita compartió con las y los estudiantes de 6° año la receta de un guiso de quinua, comida típica de la comunidad Kolla.
María, procedente de Pachacamac en la provincia de Lima (Perú), es una mujer kolla que vive en la ciudad de La Plata desde hace más de 25 años. Hoy día es referente de la comunidad “Markawasi” y participa de forma activa en proyectos vinculados a la recuperación y transmisión de la identidad indígena Kolla destinado a niñas/os y jóvenes que participan del Taller Integral Indígena “Wawa Wasi”, ubicado en el barrio Hipódromo.
En esta oportunidad, María se acercó al taller para dialogar con las y los estudiantes del colegio sobre sus saberes en torno a las variedades de alimentos de la región andina, sus propiedades nutritivas y curativas, haciendo hincapié en la quinua. “Cuando hablamos de lo que comemos, hablamos también sobre quiénes somos, de qué está hecho nuestro cuerpo”, sostuvo mientras señalaba las distintas variedades de cereales que llevó para mostrar: amaranto, quinua, chía, maíz, y otros alimentos como la coca y el chuño. Una diversidad de texturas, sabores y colores, algunas poco conocidas, se extendía sobre la mesada del aula: ¿Por qué hoy desconocemos tal variedad de alimentos y sus propiedades? “Este fue uno de los interrogantes que dejó el encuentro con María para pensar los impactos de la colonización sobre nuestra alimentación y las formas de comensalidad, donde la cuestión indígena ha sido desplazada e invisibilizada brutalmente”, comentaron las coordinadoras del taller.
También las talleristas contaron que María explicó que esta diversidad de alimentos contienen una lista extensa de nutrientes fundamentales para la vida y el sostenimiento del cuerpo. Y que además, tienen un indispensable rol en la reproducción de la vida social, porque cada grano de quinua, cada variedad de maíz y de papa, transportan relatos y mitos que hacen recordar cómo se vivía y cómo se organizaban distintas comunidades de pueblos originarios antes de la llegada de los españoles a estos territorios.
“Mientras revolvía el guiso de quinua en la olla de barro que había traído de su hogar, nos contaba el mito de origen de este grano. Su gran valor como fuente de vida quedó plasmado en este relato; sus semillas habrían llegado del mundo cósmico, o Uku pacha en lengua quechua, para alimentar a la población de la tierra o Kay Pacha. De ahí la importancia de esta receta que eligió compartir. Cargado de significado espiritual, el guiso de quinua es un plato de cocina ligado a su identidad indígena, empapado de una memoria que es individual y a la vez colectiva, y que condensa los saberes e historias milenarias de la comunidad Kolla”, describieron las docentes.
María, con su gran olla de barro y sus relatos, da batalla: mantiene vivas las memorias, saberes e historias de la comunidad Kolla. “Nosotros no marcamos territorio, marcamos existencia”, expresó, tensionando una historia marcada por el genocidio, la usurpación, la violencia y la discriminación sufrida por los distintos pueblos originarios de América. “Aquel día, el aula-laboratorio se transformó en una gran trinchera de lucha, con María aprendimos que la cocina es una forma de resistencia que resguarda las memorias y existencias de toda una comunidad”, reflexionaron las talleristas.
El taller optativo “Cocina y Antropología” es coordinado por las docentes Rocío Arisnabarreta, Mora Carrizo, Celina Lanza y Macarena Molaro para la Orientación en Ciencias Sociales. A partir de la pregunta “¿por qué son tan distintas las comidas de diferentes culturas?”, las talleristas proponen conocer la alimentación desde una dimensión sociocultural: historias, culturas, tradiciones y memorias que están detrás de cada comida.