El pasado 13 de abril, Susana Jalo, profesora de Historia y nieta de inmigrante sirios, visitó el taller optativo “Cocina y Antropología” que cursan estudiantes de 6° año, y desplegó todas sus habilidades culinarias para cocinar el hiapraj, un plato típico de las comunidades de las repúblicas de Turquía, Siria, Líbano, Armenia, entre otras.
Susana compartió con las chicas y los chicos sus anécdotas de la infancia, tan relacionadas con la cocina, y particularmente con el hiapraj, un legado de su abuela Marín Alaf. Mientras amasaba el arroz con la carne para la preparación, Susana le contaba con entusiasmo al grupo una anécdota de cuando era pequeña: “nosotros veraneábamos en Mar del Plata, y a veces mi abuela hacía una olla de hiapraj que llevábamos a la playa. Llegábamos y lo que me cuentan es que todas las carpas que nos miraban terminaban comiendo porque mis abuelos compartían el hiapraj y todo el mundo deliraba por esa comida porque era exquisita, es exquisita”. De esta forma Susana contaba un poco sobre la memoria afectiva que la une con la cocina y particularmente con esta receta.
Además de la pasión por la cocina, Susana está ligada a toda una historia familiar inmigratoria. Sus abuelos, escapando del genocidio provocado por el imperio otomano, llegaron a la Argentina en el año 1920. Ella tomó el legado familiar y al día de hoy participa en la ciudad de La Plata como representante de la colectividad siria ortodoxa, donde se reúnen diversas familias de la comunidad afines de mantener viva la memoria de sus ancestros.
La narración de historias de vida a través de la cocina es una de las tantas propuestas que surgen en este taller. En esta ocasión, se conoció la historia de Susana Jalo y su familia y, sin lugar a dudas, el hiapraj es hoy parte del patrimonio intangible y familiar.
El taller optativo “Cocina y Antropología” es coordinado por las docentes Rocío Arisnabarreta, Mora Carrizo, Celina Lanza y Macarena Molaro. A partir de la pregunta “¿por qué son tan distintas las comidas de diferentes culturas?”, las talleristas proponen conocer la alimentación desde una dimensión sociocultural: historias, culturas, tradiciones y memorias que están detrás de cada comida. Así, en este taller, invitan a las y los estudiantes a cocinar diferentes recetas y reflexionar sobre el lugar de lo social en la comida.