Como cada 11 de septiembre, reconocemos a quienes asumen cada día la tarea de enseñar recordando a Domingo Faustino Sarmiento, quien dio orientación intelectual a la creación y expansión de un sistema educativo obligatorio en Argentina. Sus luces y sombras interpelan fuertemente los sentidos de la educación pública y el trabajo docente.
Saludamos en este día a las y los docentes del Liceo, quienes en un presente complejo, siguen renovando cada día su compromiso inclaudicable con la defensa de la educación pública.
El 12 de agosto de 1905 se firmaba el convenio para su nacionalización y en 1906 comenzaba a funcionar bajo la presidencia de Joaquín V. González. Hoy, cuando se ven fuertemente interpelados los sentidos de la enseñanza, se reafirma la vigencia de una Universidad inclusiva y comprometida con la realidad social.
Queridas y queridos docentes, este 11 de septiembre, queremos agradecer el trabajo colectivo que renueva cotidianamente el potencial de la escuela para crear futuros más justos, democráticos y solidarios para todos y cada uno de las y los estudiantes.